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Los avances en la atención perinatal significaron una disminución de las tasas de mortalidad en los neonatos prematuros. Sin embargo, las tasas de morbilidad siguen siendo altas. El cerebro de los bebés prematuros es vulnerable al entorno estresante de la UCIN, implicando consecuencias negativas, a corto y largo plazo, en el desarrollo neuroconductual.

El desarrollo del sistema nervioso se da a través de un proceso dinámico en el que interactúan el niño y el medio que lo rodea. A partir de ello, el sistema nervioso logra la maduración y el desarrollo de las funciones cerebrales, lo cual conlleva un proceso complejo y preciso que inicia en una edad muy temprana y continúa varios años después del nacimiento.

El Cuidado Neonatal Centrado en el Desarrollo (CNCD) describe aquellas intervenciones que apoyan y favorecen la estabilización, recuperación y el desarrollo de bebés que se encuentran en UCINs, contemplando la participación de la familia. La atención centrada en el neurodesarrollo se considera una expansión de la neonatología donde los sistemas del bebé y su familia interactúan con los riesgos biológicos, ambientales y psicoemocionales. El CNCD abarca el control de los estímulos externos mediante la mínima manipulación, la reducción de la luz y el ruido, las actividades de cuidado de neonatos y el posicionamiento del bebé, con el fin de crear un microambiente similar al útero de la madre.

• La mínima estimulación consiste en mantener al recién nacido el mayor tiempo posible en condiciones óptimas, minimizando las intervenciones que pueden resultar estresantes.

• Los niveles de luz pueden repercutir negativamente en el neonato, ocasionando daños en el ojo inmaduro, menor ganancia de peso, estrés en pacientes muy prematuros, alteraciones en el sueño y caída de la saturación. No obstante, la luz también puede ser útil como reguladora del ciclo circadiano: entre la semana 28 y 32 de edad gestacional, la iluminación cíclica tiene consecuencias clínicas positivas. Con lo cual, resulta importante seguir prácticas que procuren que las intensidades de luz a las que se ve expuesto el neonato sean las adecuadas.

• El ruido también es un factor importante a considerar. El ambiente sonoro, dado por el uso de equipamiento médico, el movimiento del personal de salud, las alarmas, el cierre de los portillos de la incubadora, entre otros, puede resultar estresante para el neonato. Medir el nivel del ruido de la UCIN, disminuir el sonido de teléfonos, impresoras y radios, cerrar la incubadora con suavidad, realizar el mantenimiento preventivo al equipamiento médico y usar incubadoras de doble pared, puede favorecer a la disminución del nivel sonoro ambiental.

• Por último, el cuidado postural resulta fundamental para el manejo de los neonatos dentro de las UCINs, siendo el decúbito lateral la postura más adecuada. Utilizar un método de contención en recién nacidos prematuros puede disminuir la aparición de alteraciones en la postura y el tono, mejorar su neurodesarrollo y favorecer el manejo del dolor en los procedimientos invasivos y rutinarios de enfermería.

La tecnología tiene un rol fundamental en el tratamiento de estos pacientes durante todo su tránsito por la UCIN. Ante la importancia de promover y favorecer las practicas del CNCD, es conveniente que se analicen cuidadosamente los equipos médicos utilizados buscando aprovechar correctamente aquellos que, por su diseño y/o funciones, ayuden al personal de salud a llevar adelante tan valiosa práctica.

El documento Atención y cuidado del recién nacido prematuro – Pautas y lineamientos prácticos del Ministerio de Salud de Nación (año 2020) describe la evidencia científica actual sobre el manejo hidroelectrolítico, la termorregulación y el cuidado de la piel del recién nacido prematuro, pensando en una perspectiva de los derechos del neonato y su familia.

El capítulo 2, titulado Termorregulación en el recién nacido prematuro, explica conceptos asociados a la temática y da una serie de pautas que favorecen a que el neonato se encuentre en un ambiente térmico neutro para que el estrés por frío no interfiera en su desarrollo. Entre sus recomendaciones, determina que el modo aire/manual es más adecuado para usarse en recién nacidos prematuros tardíos, más estables, cuando no se requieren ajustes minuciosos; mientras que el modo piel/servocontrol, resulta más apropiado para prematuros, ya que ajusta de forma automática y constante la producción de calor de la incubadora de acuerdo con la temperatura de la piel establecida y la temperatura de piel sensada.

También se discute en dicho documento acerca del manejo de la humedad en las incubadoras. La generación de un entorno con humedad controlada regula la temperatura, ayuda al paciente en el manejo de líquidos y electrolitos, y a mantener la integridad de la piel. Recomiendan seleccionar un porcentaje de humedad relativa de acuerdo a la edad gestacional, controlar que siempre haya disponibilidad de agua y abrir las puertas de la incubadora la menor cantidad posible de veces, durante el menor tiempo posible, a fines de mantener estables la humedad y la temperatura dentro de la misma.

En línea con el CNCD, la incubadora Giraffe Carestation y la incubadora híbrida Giraffe OmniBed Carestation de GE Healthcare proporcionan una excepcional termorregulación y crean un ambiente protegido para la evolución óptima del desarrollo neurológico y la atención médica centrada en la familia.

Las incubadoras Giraffe garantizan un ambiente termal neutral con soporte térmico guiado con la zona de confort de un toque (usada en el modo aire), que sugiere un rango de temperatura del aire en función de la edad gestacional, la edad postnatal y el peso; su diseño de doble pared y la posibilidad de activar la función cortina de aire si algún panel está abierto, ofrecen una gran estabilidad térmica cuando es necesario el acceso completo al bebé. Por otra parte, el humidificador bacteriostático visible y fácil de llenar, libre de tuberías, junto con el silenciamiento de alarmas de manos libres favorecen a la protección de contaminación cruzada e infecciones. De este modo, las incubadoras Giraffe cumplen con los lineamientos planteados por el Ministerio de Salud de la Nación en relación a los modos de trabajo y sistema de servocontrol de humedad.

Minimizar los toques negativos es posible gracias al flujo de trabajo mejorado de las incubadoras de GE Healthcare. Esto se logra a través del colchón difusor de presión y giratorio de 360° Baby Susan, al levantamiento de la cubierta “manos libres” en las incubadoras híbridas Giraffe Omnibed, a la posición de inclinación trendelemburg y antitrendelemburg, a la bandeja para rayos X integrada, a la simplicidad en el procedimiento de pesaje, a la facilidad de acceso al paciente con los paneles laterales extraíbles y a los cajones deslizables que permiten a los familiares acercarse a su bebé desde ambos lados de la incubadora.

Los niveles de luz y sonido se controlan cuidadosamente en las incubadoras Giraffe para favorecer un desarrollo sano del neonato. La luz de alarma está situada fuera del campo de visión del bebé y al mismo tiempo, es de fácil visibilidad para el personal médico. Los altavoces de alarma situados en la base de la incubadora minimizan el ruido que percibe el neonato. Además, el volumen de la alarma puede regularse manualmente para reducir aún más el nivel de ruido y el motor del ventilador es silencioso, produciendo un nivel de ruido interno de solo 40 dBA.

La neonatología es una disciplina compleja, que trabaja utilizando tecnología biomédica en circunstancias estresantes y, en muchos casos, de escasos recursos. Las prácticas enfocadas en el CNCD tienen el potencial de mejorar la eficacia de la neonatología al apoyar la atención médica y de enfermería tradicional.

Referencias:

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